Publicado en la Sección Baby Boomers, El Vocero, martes 19 de agosto de 2014
Cada vez más las familias puertorriqueñas son separadas por un océano, y hay una generación de niños creciendo sin sus abuelos. Para muchos adultos mayores, la posibilidad de usar la tecnología para tejer un vínculo con familiares y amigos que viven lejos resulta ser una alternativa interesante que muchos están adoptando. Teléfono inteligente y tableta en mano, una nueva generación de abuelos se lanza al Nuevo reto de aprender a concectarse al mundo digital, disciplina que sus nietos parecen dominar poco después de sus primeros pasos.
Las cartas son cosas del pasado. Ese preciado vínculo de amor y amistad plasmado en papel ha sido sustituido por coloridas pantallas digitales que se abren como ventanas al ejercicio humano de una comunicación que pretende borrar distancias.
Aquel gran éxodo a mediados del siglo pasado, que hacía el noreste de Estados Unidos, y que fue seguido por una ola masiva de emigración hace la Florida, ha dejado atrás hogares de envejecientes donde abundan las fotos de niños con caras sonrientes. Sin embargo, esto no es un fenómeno exclusivo de nuestra sociedad. Es una realidad atada a la historia misma de la humanidad, donde las emigraciones por conflictos o necesidad han forjado un mundo de separaciones y añoranzas.
Hoy día son muchas las familias, a través de todo el planeta, que usan las videollamadas para “visitarse” constantemente, mientras otros establecen una nueva tradición al cenar “juntos”. Skype se ha convertido en la principal aplicación en este renglón, con sobre 300 millones de usuarios, y un nuevo record de 80 millones de videollamadas simultáneas.
Las historias humanas que surgen de estos sistemas de comunicación no se han hecho esperar. El caso del soldado americano que desde Afganistán apoyó su esposa durante el parto en la Florida es uno de los más conmovedores. Al drama humano no se han unido un grupo de madres filipinas, que por necesidad emigraron hacia Nueva Zelandia, dejando atrás a sus hijos. Cada noche sentadas frente a sus pantallas, ejercen la difícil mision de ser madres, cantándole canciones de cuna a sus bebés, ayudando a sus hijos con las tareas escolares y celebrando cada cumpleaños con lágrimas en sus ojos.
El fenómeno digital parece comprobar la afirmación de Aristóteles que definía a los seres humanos como animals socials. Cuando la tecnología nos entregó la capacidad para relacionarnos y socializar, la tomamos con fuerza y la hicimos nuestra. Las redes sociales y videollamadas han forjado un sitial en la sociedad actual, al mantener a millones de personas dispersas geográficamente en una conversación digital constante. Nuestros ‘boomers’ no se han quedado atrás, y estan venciendo el miedo a la tecnología, empeñados en atajar distancias para ejercer su sagrado derecho de ver a sus nietos crecer. TecnoAbuelos es una organización que provee cursos de tecnología especialmente creados para adultos mayores (787.756-5858)